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  núm. 38  /  17 d'abril de 2009  

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Diàriament, l'ACEC envia per correu electrònic els Titular(e)s Digital(e)s als associats inscrits, amb l'última informació de l'agenda d'activitats i enllaços a notícies culturals, especialment de temàtica literària, aparegudes als principals mitjans de comunicació nacionals i internacionals.
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Drets d'autor / Derechos de autor
 

Derechos de autor: transparencia sí, aunque mejorable

Pocos organismos son tan detestados como la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE). En los últimos años, las entidades que cobran derechos de autor trabajan zarandeadas por una tempestad de aúpa, donde se entremezclaban sospechas sobre irregularidades en el reparto de dinero recaudado, cobros impopulares de derechos (recuérdense bodas, fiestas y autocares) y expeditivos recursos a los tribunales para no perder un euro. Ayer, sin apenas alharacas, el Ministerio de Administraciones Públicas difundió un informe que sitúa la tempestad: cabe en una botella.
Las ocho entidades de gestión colectiva de derechos de propiedad intelectual que operan en España, tras ser examinadas por la Agencia Estatal de Evaluación de las Políticas Públicas y la Calidad de los Servicios, hacen su trabajo con "eficacia" y con "la transparencia adecuada a la ley". Ni sombra de anomalías, ni de cobros indebidos en estas entidades, surgidas tras la aprobación de la Ley de Propiedad Intelectual en 1987.

La evaluación, realizada a instancias del ministro de Cultura, César Antonio Molina, concluye que los autores no cobrarían por sus derechos de propiedad intelectual sin la labor de estas entidades. Y la propiedad intelectual, recuerdan los autores del informe, está reconocida en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (artículo 27).

Ahora bien, no hay irregularidades pero hay carencias. La Agencia defiende una mayor regulación pública sobre aspectos que ahora mismo deciden de forma unilateral las entidades como la prescripción de los derechos no identificados o el reparto de los fondos asistenciales, de promoción y formación. En ambos casos hay una gran heterogeneidad en su finalidad. (…)
Cuatro de cada cinco euros recaudados van, según el informe, a los titulares de derechos. Pero los sistemas de recaudación presentan lagunas: hay un "reparto asimétrico" en las cargas de derechos; las tarifas se fijan unilateralmente por los órganos de gobierno sin obligación legal de publicarlas y una excesiva "litigiosidad".

Ante esto, la Agencia de Evaluación propone que se cree un órgano de recaudación común para las ocho entidades y un sistema de arbitraje que aligere de pleitos las discrepancias. También proponen que se elabore un plan contable específico, que se consoliden las cuentas anuales (incluidas fundaciones) y que se hagan públicas cuentas y tarifas. Los evaluadores hacen hincapié en la preponderancia de la SGAE, que recauda derechos para otras entidades, aunque prevén que "su importancia disminuirá conforme aumente la experiencia de las otras".

El estudio permitió comprobar que "se producen concentraciones de las asignaciones en un número reducido de titulares de los derechos", que achacan a la propia singularidad del mundo de la cultura, donde el éxito comercial se concentra en pocas personas y donde escasean las obras protegidas. De hecho, el 75% de los derechos asignados en 2007 se distribuyó entre el 1,73% de socios de la SGAE. Y CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) repartió ese porcentaje entre el 4,32% de sus asociados. (…)

Tereixa Constenla

El País, 4 de abril de 2009

 

Francia castigará sin Internet a los 'piratas' culturales

La Asamblea francesa aprobó el jueves, con el voto contrario de la izquierda, la denominada Ley Antipiratería, encaminada a frenar las descargas ilegales de la Red de películas y canciones. El sistema punitivo llega, tras advertir al internauta en dos ocasiones, hasta la supresión temporal de la conexión a Internet.

Todo empezará con un correo electrónico que servirá de primera alarma. Lo enviará la Alta Autoridad Para la Difusión de Obras y la Protección de Derechos en Internet (Hadopi, en sus siglas en francés), una sociedad creada al efecto. El mensaje informará al internauta de que ha sido pillado y le aconsejará abandonar la práctica por los riesgos que le puede comportar. Si el amigo de descargarse material de Internet persiste, a los seis meses recibirá en su casa una carta certificada. Segunda alarma. En ella, en esencia, se le vendrá a decir lo mismo. Hadopi, según revelaba hace unos días el diario Le Parisien, cuenta con un presupuesto capaz de enviar 3.000 cartas certificadas y 10.000 mensajes electrónicos al día y podrá sancionar, también al día, a 1.000 internautas.

Si el pirata continúa recolectando material considerado ilegal, llegará la sanción definitiva: se le dejará sin Internet, cortándole el abono por un plazo que irá de un mes a un año. El sistema se ha comparado al de retirada del carné de conducir a base de perder puntos. Sus promotores aseguran que la medida, más que represiva, "es pedagógica", de ahí la gradación de los avisos. (…)

Antonio Jiménez Barca

El País, 4 de abril de 2009

 

 

 

 

 

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Hàbits de lectura / Hábitos de lectura
 

La crisis da un impulso al uso de las bibliotecas públicas

Los U2 no son los únicos que pueden llenar varias veces el Camp Nou. Según los datos hechos públicos ayer por el Departament de Cultura de la Generalitat, con el número de visitas a las 330 bibliotecas públicas catalanas en el 2008 se podría llenar 218 veces el campo del Barça. Las 21.823.319 visitas (16,5 millones de ellas en Barcelona) a las bibliotecas durante el año pasado suponen un 11,24% más que en el 2007. Entre los años 2006 y 2007 el aumento fue del 5%, lo que lleva a pensar que la crisis ha sido un factor importante a la hora de multiplicar el uso de las instalaciones.

El conseller Joan Manuel Tresserras admitió la posibilidad del factor crisis pero, más allá del efecto paliativo que supone la oferta de consumo cultural gratuito, destacó el potencial de estos centros «para permitir que la gente se adapte al nuevo orden económico». Las bibliotecas son los equipamientos públicos con una rentabilidad más inmediata y el aumento de usuarios es continuo desde hace años. El año pasado se inauguraron 20 bibliotecas y de aquí a finales de año se abrirán 22.

Los usuarios con carnet ya son 2,6 millones (frente a los 2,3 millones del 2007) y el número de documentos prestados se ha incrementado en un 12% hasta llegar a casi 16 millones. Los libros siguen siendo el documento más prestado (un 50% del total), seguidos de las películas (31,8%) y los discos de música (12%). (…)

Gemma Tramullas

El Periódico de Catalunya, 16 de abril de 2009

 
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Mercat editorial / Mercat editorial
 

En tiempos de recesión, buenos libros baratos

(…) El hecho de que el libro de bolsillo tiene cada día más importancia en el sector se aprecia en el espacio que ocupa ya en las librerías, bastante más visible, y en la reducción del tiempo entre la edición trade (normal) y la de bolsillo, aunque en España todavía tarda más que en otros países (aproximadamente siete meses). Además, el libro de bolsillo, al abrir el mercado a un público más amplio, tiene también más canales de comercialización y de distribución.

En Alemania, los libros de bolsillo representan hasta el 55% de las ventas del sector. En Inglaterra, el 45% y en Francia, el 40%. En España, aunque ha habido interesantes iniciativas en el pasado siglo, como las colecciones Austral y la de Alianza, entre otras, siempre ha sido una modalidad poco potenciada por las editoriales, que han apostado por otras formas de negocio.

Sin embargo, a partir de 2000 las editoriales se lanzaron a este mercado viendo como aumentaban las ventas. Ahora mismo, el libro de bolsillo representa en torno al 13,5% del total de los ejemplares vendidos, el 6,5% de la facturación total, con 5.232 títulos editados en bolsillo
(el 7,6% del total de títulos) y más de 38 millones de ejemplares. Y creciendo.

Adolfo Torrecilla

La Gaceta de los Negocios, 2 de abril de 2009

 

Els llibreters preveuen repetir l'èxit del Sant Jordi passat

El Gremi de Llibreters preveu que la venda de llibres per Sant Jordi serà similar a la de l'any passat, que es va tancar amb una facturació de 20 milions d'euros. Segons la presidenta del gremi, Imma Bellafont, "és de preveure que amb la crisi augmentarà la demanda de llibres d'autoajuda, bricolatge, cuina i sobre la mateixa crisi".

Redacció

Avui, 16 d’abril de 2009

 

Edi.cat treu els primers llibres electrònics en català

Edi.cat, una xarxa d'editors independents integrada per Angle Editorial, Edicions Bromera i Cossetània, ha posat a la venda els primers llibres electrònics en català a través del portal d'internet (www.edi.cat). Comença amb 24 títols seleccionats dels catàlegs de les tres editorials (entre els quals hi ha Foc latent, de Lluïsa Forrellad, Vilaniu, de Narcís Oller i El col·leccionista de fades, de Josep Ballester), però vol anar ampliant l'oferta. Els llibres electrònics també es podran adquirir a les llibreries, tot i que encara no s'hi poden trobar: «Per Sant Jordi hi seran segur», afirma Jordi Ferré, director de l'editorial Cossetània. Els preus són inferiors i suposen un 60% del preu del format paper. (…)

Valèria Gaillard

El Punt, 5 d’abril de 2009

 

El libro del futuro ya está aquí

Cuando nos dicen que en pocos años vamos a leer en libros electrónicos no es de extrañar que la mayoría de los lectores rechace la idea. Su experiencia de lectura en pantallas se limita a la de un ordenador, que resulta muy incómodo debido a la intensidad de luz que emite su pantalla y que nos hace acabar la jornada laboral con la vista cansada de leer y escribir correos electrónicos. Si ya tiene mérito leer apretujado entre decenas de personas en el metro o en un autobús de vuelta a casa, no sorprende que los lectores abominen la idea de leer a su autor favorito en un ordenador, por muy pequeño y portátil que sea. Afortunadamente, la lectura de un libro electrónico no tiene nada que ver con la agotadora lectura en ordenadores.

Las pantallas de los libros electrónicos permiten leer los textos digitales con luz incidente, es decir, su lectura es igual de amable y cómoda que cuando leemos un libro o un periódico. Estos nuevos soportes cuentan con una tecnología, conocida como tinta electrónica, que permite disfrutar la lectura de forma muy similar a como se disfruta cuando se lee una novela en papel. Algunos lectores estarán ya pensando que no hay nada que sustituya al placer de leer en papel: el tacto de sus hojas, el pasar página, el olor... Sin lugar a dudas, esas experiencias nunca serán sustituidas por los libros electrónicos, pero estos nuevos soportes brindan otras comodidades. (…)

La excelente acogida que ha tenido en los mercados anglosajones la nueva generación de libros electrónicos (Kindle, de Amazon; E-Reader, de Sony; Digital Reader, de I-Rex, entre otros) ha generado un intenso debate entre los defensores a ultranza del libro en papel y los apocalípticos tecnológicos. Las partes del debate están pasionalmente enfrentadas, dando a entender que en esta batalla sólo habrá espacio para un ganador. Unos declaran la muerte del libro de tapa dura en pocos años; otros señalan, con cierta soberbia, que los libros electrónicos siempre han fracasado.  Los defensores del papel recuerdan que intentos similares de comercialización de libros electrónicos, como los eReaders de Palm o el Rocket, no lograron tener demasiado éxito de mercado y que, por tanto, la nueva generación de e-books también fracasará. La historia demuestra que este debate es estéril, puesto que ambas tecnologías convivirán. Al igual que ahora utilizamos a lo largo del día diferentes soportes de escritura, también leeremos de formas diferentes. (…)

Nadie en el mundo cultural hubiera pensado que el modelo de negocio de las editoriales del siglo XXI iba a ser definido por un librero. Al igual que el lanzamiento del primer iPod de Apple en 2001 marcó un antes y un después en el sector discográfico, la apuesta en firme de Amazon -una librería virtual con más de 55 millones de clientes- por un mundo lleno de libros electrónicos está transformando los hábitos de búsqueda, compra y lectura de libros. El pasado 9 de febrero se presentó la esperadísima segunda versión del Kindle, tras vender más de 500.000 unidades del anterior dispositivo. (…)

Las cifras de ventas en varios países demuestran que hay una creciente demanda por este tipo de lectura. Mientras que la crisis financiera hace tambalear los ingresos de las librerías tradicionales -las ventas de libros en papel cayeron alrededor de un 5% en 2008-, parece ser que no afecta a la consolidación de la venta de libros electrónicos en Estados Unidos. El último informe del Foro Internacional de Edición Digital (IDPF) señala que la venta de libros electrónicos ha experimentado un crecimiento del 69% en 2008.
Si leer en un e-book no acababa de convencer al lector tradicional de libros y ha generado un intenso debate entre los amantes de las letras, la idea de leer un libro o un periódico a través de la pantalla de un móvil generará un rechazo aún mayor entre los escépticos. Pero lo cierto es que editoriales como MacMillan o Penguin, y medios de comunicación como EL PAÍS o The New York Times están ofreciendo sus contenidos a través de los móviles. Los resultados obtenidos por las editoriales en los proyectos piloto con tecnología móvil han superado todas las expectativas. Amazon acaba de lanzar una aplicación gratuita que permite a los 13 millones de usuarios de los teléfonos móviles iPhone de Apple descargarse y leer en su pantalla cualquiera de los 250.000 libros digitales que tiene en su librería virtual. (…)
Los libreros y editores están preocupados por el impacto que está teniendo la crisis en el sector (descenso en las ventas, cierre de librerías, avalancha de devoluciones y quiebra de distribuidoras, etcétera), pero no deben olvidar que la principal repercusión que tendrá la crisis es que acelerará la transformación hacia un mundo digital. El cambio ya está en marcha.

Javier Celaya

El País, 5 de abril de 2009

 

 

 

 

 

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Consum cultural / Consum cultural
 

El próximo 21 de abril se anuncia el estreno de la Biblioteca Digital Mundial

El próximo 21 de abril se anuncia el estreno de la Biblioteca Digital Mundial, un proyecto diseñado para conservar la cultura de todos y hacerla accesible a todo el mundo.

Incluirá manuscritos, mapas, libros raros, partituras, grabaciones, fotografías y muchos otros materiales culturales, con el objetivo de hacerlos accesibles a todo el mundo, fomentar la comprensión entre unas culturas y otras y ofrecer recursos a educadores y alumnos, entre otras. Evidentemente el acceso es totalmente libre.

Entre sus funciones destaca el acceso multilingüe a sus contenidos. En la imagen de muestra, procedente de un vídeo de presentación, vemos un libro abierto sobre el que pasa una especie de filtro que nos muestra la traducción del texto sobre el que estamos pasando, en el idioma escogido. (…)

Redacción

Soybits, 3 de abril de 2009

 

 

 

 

 

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Llengües catalana i castellana / Lenguas catalana y castellana
 

Mamá, ¡sin dientes!

El zagal del chiste, eufórico de estrenar bici, se queda sin dientes en la tercera vuelta a la manzana. Se ha convertido, pues, en un desdentado. De no existir este adjetivo, habría que decir que es un sin dientes, protolexicalización a partir de una preposición (sin) y un sustantivo (diente).

La preposición sin es rica en inventos de este tipo. Como no podemos decir destechados ni despapelados, hablamos de los sin techo y de los sin papeles. (…)

Ahora, algunas de las voces autorizadas han postulado por escribir sintecho en una sola palabra, con lo que se completa la lexicalización. Tal fenómeno está en la senda de los sinvergüenzas, de los sinsentidos, de los sinsabores o de los sinnúmeros. Sin embargo nadie ha abogado por los sin papeles, que por la misma lógica deberían ser lexicalizados de modo que el reglamento los permitiera entrar, al menos, en el diccionario. Pero este caso es distinto, porque delante de pe y be se escribe eme, ¿recuerdan? Y la lexicalización debería ser simpapeles. Aunque puede sorprender en un primer momento, el diccionario, aplicando la norma ortográfica, ya recoge simpar, al igual que sambenito o bienpensante. Así pues, simpapeles cumple todos los requisitos. En la misma línea, habría que plantearse la grafía de los perros de raza San Bernardo: ¿un San Bernardo, un san bernardo o un sambernardo? Esta última grafía tiene las de ganar. (…)

Magí Camps

La Vanguardia, 13 de abril de 2009

 

 

 

 

 

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Opinió / Opinión
 

Deshonestos

Sergi Pàmies

La desaparición del suplemento literario de algunos periódicos anglosajones vuelve a plantear la vigencia de la crítica. La comunidad lectora suele recurrir a estos instrumentos de información y opinión con ciertas reservas, y  lo que en principio debería ser referencia orientativa se queda en insulsa guarnición. Pero, aunque no lo parezca, la crítica bien entendida puede convertirse en una experiencia doblemente satisfactoria porque, a diferencia de lo que ocurre con las novelas, puedes disfrutarlas tanto si te gustan (cuando los críticos-lectores honestos te aportan elementos de reflexión, información y puntos de vista) como si las detestas. En los últimos años, se ha extendido un tipo de crítica que tiende a disfrazarse de reseña ambigua, y que, con mayor o menor descaro, dedica buena parte de su metraje a contarnos el argumento del libro. Luego le añaden dos o tres referencias al autor, unas pinceladas de cemento sobre influencias confesas y poquísima –o nula– argumentación opinativa de cosecha propia.

En estos casos, cuanto más consagrado es el autor, más difícil resulta adivinar si el libro le ha gustado o no al crítico. Las estrategias para no mojarse se han sofisticado. Cada vez hay menos diferencia entre la literatura promocional de las editoriales y esas críticas secuestradas por la ausencia de criterio y la prosa solapera. Semejantes patrañas, sin embargo, no le pasan desapercibidas al adicto al género. Cuando, de repente, se orquesta una parafernalia logística destinada a glosar el novamás de una autora norteamericana y de su última novela, el abuso de descripción del argumento nos indica claramente que el crítico prefiere no mojarse, ya sea para no ser el primero en confesar la decepción que le ha producido el libro (y contradecir la moda), ya sea para no enemistarse con la editorial o porque por el precio al que se pagan las críticas no compensa sufrir rasguños o heridas de arma blanca.

Si el autor es una eterna promesa protegida por el  manto antibalas de alguna agencia fáctica, conviene no admitir que su última novela decae y que, al poco de iniciarse, se ahoga en un insípido mar de flacidez. De manera que, para compensar, las opiniones más vehementes acaban recayendo sobre los más inocentes: inciertos debutantes sin padrinos, desamparados huérfanos sin sombra de agente a la que cobijarse y voluntariosos autores que reciben las collejas, bofetones y puñetazos que les correspondería –al menos en parte– recibir a otros. Puede que alguien crea que así desorientan al lector, pero se equivocan. Multiplican nuestro placer porque nos permiten disfrutar con la coincidencia de criterio y también con la discrepancia y, además, nos proporcionan la satisfacción de detectar quiénes son los que tocan el violín, quiénes se escaquean de su responsabilidad argumentativa y quiénes se inclinan por la deshonestidad ya sea por cuenta propia o ajena.

La Vanguardia, 27 de marzo de 2009

 
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