«Ciudad desierto» es la capital de la soledad, el puerto desde el que parte la alegría y el lugar donde el dolor aterriza para quedarse. El territorio de las ausencias habitado por las personas que ya no están, que no volverán, aunque las lloremos a gritos entre vientos de arena. «Ciudad desierto» es la ciudad que habito, la que me llena las venas de versos mientras paseo sus calles colmadas de nada, la que me ha hecho descubrir y amar la poesía que yace en el subsuelo; la sombra del desierto que me acompaña en la escritura cada noche, solo, como siempre... Y para no perderme he buscado en mapas y callejeros y el destino me devuelve siempre los versos del maestro: «Es tu ciudad. De pronto / camino hasta perderme por las calles / de la memoria ajena» (Luis García Montero). Es tu ciudad. Aleja tus miedos, recorre sus calles y siéntela con el único pasaporte: tu mirada. «...porque la ciudad de Pachi es tu ciudad íntima, [...] Puedes ignorarla, puedes cerrar el libro, pero ahí está, la ciudad, todos tenemos una, pero ahí están, los poemas de Pachi, y saben que, como decía Quevedo: el ayer se fue, el mañana no ha llegado»