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DONAR-SE D’ALTA
Rodrigo Díaz Cortéz


Rodrigo Díaz Cortez nació en Santiago en 1977 y creció en un contexto de violencia, la dictadura de Augusto Pinochet. De esta etapa,  dice: “muchos niños nos criamos con la muerte como una compañera en el día a día”, y asegura que se ha visto muy marcado por los acontecimientos de esa época. Este período, es el protagonista indiscutible de su escritura y se ve reflejado en sus historias.
La primera publicación de Rodrigo vio la luz en 1998, se trató de un cuento publicado en una antología titulada “Pequeños paraísos artificiales”, que fue editada por Balmaceda. Años más tarde, en 2001, publicó su primer libro de cuentos “La taberna del vacío“ y en el 2005, su primera novela, “Antes de Perder el sentido”.
En el año 2001, Díaz Cortez dejó su tierra natal para radicarse en Barcelona a fin de salir del anonimato, convencido de su talento y su futuro en el mundo de las letras. Debió convertirse en un hombre-orquesta, que es como llaman en Chile a quienes hacen trabajos de diferentes tipos, que se las apañan para aprender a hacer de todo; él, por ejemplo, trabajó cuidando a una mujer enferma, de albañil, de pintor, de aparca-coches, entre otros trabajillos. Mientras tanto, continuaba escribiendo, dedicando sus ratos libres a esa pasión u obsesión, que es la literatura.
Por las noches Rodrigo conduce un taxi en Barcelona
Un escritor comprometido con su época
En las obras de Rodrigo Díaz Cortez  las temáticas que reinciden son la miseria, la marginalidad y la corrupción; y, como lo explica el autor, pese a que sus historias se ambientan en un país determinado, Chile, podrían ocurrir en cualquier punto del globo, “son historias que viven cientos de personas en el mundo”.
Pese a que escribe ficción, Rodrigo, muestra personajes que podrían ser reales, vivencias de amor y pasión muy factibles en la propia realidad. “Absolutamente todos los personajes tienen vida propia y una historia para contar”, afirma.
Hablar de los hechos que ensombrecen la historia de la humanidad es una de sus principales metas y, sin perder este objetivo, crea historias fantásticas para preservar viva la memoria de todo un pueblo, que podría ser cualquiera y todos a la vez, porque los abusos y la corrupción son protagonistas en las historias de todas las sociedades.
El dificil camino de ser elegido
Pese a que, en el 2007 ganó el Premio Vargas Llosa de la Universidad de Murcia, con su obra “ Tridente de Plata“,y a que quedó finalista en varios certámenes literarios, aún no había conseguido que una editorial estuviera dispuesta a publicar sus obras. Por suerte para él y para quienes tengamos el gusto de leerlo, “Los libros del Lince” han visto su capacidad y se han decidido por su nueva novela.
Rodrigo Díaz Cortez, Premio Mario Vargas Llosa 2007
Su nueva obra se llama “El peor de los guerreros” y narra la historia de un hombre que fue asesinado en la dictadura de Pinochet, y que se hace presente en su aldea para narrar lo acontecido, para preservar la memoria. El nombre del guerrero es Samu y fue arrojado al mar desde un avión, como tantas otras víctimas de la nefasta dictadura. Es una novela que intenta que la memoria de aquella época no prescriba, y está escrita con tanto ingenio y maestría que vale la pena leerla, habla por sí sola. Además, tiene muchas escenas escritas en flashback, lo cual le da una gran personalidad.
“Mi novela da voz a tres generaciones de chilenos -desde 1939 hasta el golpe militar de Pinochet- con historias reales pasadas por el tamiz de la ficción, seis personajes protagonistas y un sinfín de secundarios”.
El peor de los guerreros, una obra de dictadura y memoria
Rodrigo pasó temporadas importantes de su vida en el desierto de Atacama, donde se desarrolla su nueva novela. Cuenta que sus padres se hallaban separados, el vivía con su madre en Santiago y su padre, en Atacama. Este lugar le ha brindado muchas enseñanzas y lo recuerda con mucho cariño, dice que solía quedarse alli con su padre y una tía centenaria de la familia: “Debo decir que el desierto de Atacama me ha aportado mucho, como la posibilidad de reflexionar, de vivir la vida con sencillez, su humildad, una solidaridad muy grande. Mi corazón está en el desierto de Atacama, porque allí fui muy feliz“.
Y Rodrigo no pierde el sentido
Una de las obras que ha publicado anteriormente, “ Antes de perder el sentido” es también un libro para comentar. En él se narra la historia de Chicho Minguez, un atracador que sueña con dar el gran golpe de su vida para poder retirarse finalmente; sin embargo, la memoria de su padre, estafador y ladrón por excelencia, y la mala suerte, complican soberanamente las cosas.
En este intento de conseguirlo, se cruza con otras personas, con tristes historias, almas sin rumbo como la suya: una joven que ha caído en la prostitución, un fotógrafo de gama baja que cree que conseguirá la felicidad y se engaña para conseguirlo, un homosexual que sufre las consecuencias de la homofobia judicial, y muchos otros personajes interesantes. Es una pintura grisácea de la vida de los excluídos, aquellos que pese a su infinito esfuerzo, no pueden enderezar la caótica vida que llevan, en línea recta al desastre.
Este hombre, nacido en Santiago ha conseguido, gracias a no perder el sentido de su viaje, que lo escucharan y finalmente comienza a conquistar las librerías de Barcelona, una de las capitales europeas del libro.
 



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